Gracias a su experiencia y preparación, un procurador de los tribunales en Ávila puede atender eficazmente muchos de los trámites que necesitan resolver los clientes que recurran a sus servicios en nuestra ciudad.

El procurador de los tribunales en Ávila es una figura que surge en el Derecho Romano, que instaura el papel del Procurador ad item como el representante de las partes durante un juicio.

En la actualidad, es indispensable poseer el título de licenciado o graduado en Derecho para ejercer esta actividad profesional. Las funciones que hoy día le competen exigen un conocimiento profundo y especializado de las leyes. Estas competencias abarcan un ámbito público (aquella que efectúa ante los órganos judiciales), y otro ámbito privado (actuando como representante de las partes y gestionando los trámites que suponen cualquier proceso legal).

Entre los trámites que puede gestionar un procurador estarían la recepción y la firma de emplazamientos, o citaciones y notificaciones de cualquier pleito. El procurador también hará un  seguimiento que justifique los costes que acarrean los procesos legales que le atañen. Además, deberá estar al tanto de los autos y presenciarse en todos los actos y diligencias. En definitiva, los procuradores tienen el deber de colaborar con los abogados en el desarrollo de cualquier trámite legal cumpliendo las tareas que le han sido asignadas.

El papel del procurador es transversal, actúa como informador y mediador con respecto al resto de las figuras implicadas en casi cualquier proceso legal. También podría decirse que actúa como nexo entre el Tribunal y el cliente al que representa, defendiendo siempre sus intereses.

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