Es muy común en el ámbito judicial la figura del procurador de los tribunales en Arévalo, pero como todo en esta vida, esta figura tiene un origen concreto dentro de la historia.

Como especialistas en el ámbito del procurador de los tribunales en Arévalo queremos enseñarte más sobre su mundo, en concreto sobre sus orígenes, a qué debe su denominación y en qué etapa de la historia surgió.

Su término deriva del latín procurare, que significa cuidado o de cura. Es decir, el procurador sería aquella persona que cuida, en este caso relativo al ámbito judicial y como representante de la persona ante los tribunales.

Su origen tiene lugar dentro del Derecho Romano, nació como una figura necesaria, incluso antes de aparecer la del abogado. Entre las funciones que ejercía se encontraban las de ejercitar la acción popular y representar a aquellos pupilos que no podían comparecer, ya que estaban sometidos a tutela.

Este profesional no se originó de manera pacífica, incluso dentro del derecho romano no se permitía la representación directa, por lo que al final se transmitía todo al representado a través de un negocio jurídico.

Ya en el siglo IV d.C se recoge la figura del procurador dentro del Corpus Iuris Civile. A este se le encomienda la tarea de administrar patrimonios ajenos mediante el mandato del dueño.

Cada época tenía una forma de interpretar el derecho diferente, y sus figuras podían variar, pero a lo largo del tiempo ha ido permaneciendo esta, ya sea con las mismas funciones u otras, pero siempre muy similares.

En la actualidad, siguen teniendo una gran relevancia, incluso puede que necesites de los servicios de uno de estos profesionales. Para ello, no dudes en ponerte en contacto con nuestros expertos de Procuradora Esperanza Tabanera Tejedor. Te atenderemos encantados y en el menor tiempo posible.