La historia de los procuradores

Un procurador de los tribunales en Arévalo (Ávila) es un profesional que realiza una profesión con siglos de historia. No en vano, los primeros procuradores nacieron en la Antigua Roma, dentro del sistema del derecho formulario. Así, se mantendría en toda la Hispania romana, manteniéndose tras la conquista visigoda.

Hay que tener en cuenta que ya en el Liber Iudiciorum, la promulgación de leyes visigóticas de Rescenvinto del año 654 aparece esta figura. Con la conquista musulmana, los procuradores se van a mantener pero su función va a cambiar. En la España islámica el procurador da servicio únicamente a las personas de alta clase social, no a toda la población, según el Libro de Aljoxaní.

El procurador de los tribunales en Arévalo (Ávila) no aparecerá en el nuevo reino de Castilla hasta el reinado de Alfonso X, el Sabio, ya que antes los juicios solían ser populares. En sus Fuero Real y Partidas empieza a desarrollar de forma más amplia esta figura, siendo la base junto al derecho romano de lo que entendemos hoy día por un procurador.

Sería ya en el siglo XIX cuando se terminaría de centrar y diferenciar entre la figura del procurador y el abogado, así como la delimitación de las funciones de ambos en nuestro país. Antes, a veces era contradictoria la información y la legislación existente, pudiendo dar pie a distintas confusiones.

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